Posiblemente la dentición del humano actual sea una de las más frágiles del reino animal. Somos la única especie que sufrimos de caries (También algunos y domésticos alimentados con dieta humana) y si no nos cuidamos la dentadura mínimamente es fácil que no nos llegue a la edad adulta.
Por eso, desde el principio de los tiempos, los dientes han sido para el ser humano causa de afecciones, quebraderos de cabeza y remedios, más o menos ingeniosos, pero siempre dolorosos.
Debido, entre otros factores, al cambio en nuestra alimentación por el uso de herramientas (empezamos a manipular la comida cortándola y machacándola) y sobre todo por el fuego que nos permite cocinar los alimentos, nuestra mandíbula y dientes pierden fuerza.
Los vestigios de problemas dentales son numerosos y variados.
Arriba problemas de exceso de placa bacteriana y abajo una extraña malformación.
El primer dentista del que se tiene noticias era egipcio, se llamaba Hessie-Rese y vivió en el 3.000a.C.
Relieve de Hessie-re.
Los Egipcios tuvieron graves problemas con su dentadura debido a su alimentación. Usaban una especie de pasta de dientes echa de limo del río, arena blaca y áloe. Y usaban tallos de la planta del papiro para cepillarselos.
Los Etruscos, fueron los pioneros de la “mecánica dental” y realizaban prótesis o puentes dentales con gran habilidad.
Prótesis etruscas para sujetar dientes(VII a.C.). Si no se disponía de los dientes del paciente se usaban dientes de cadáveres.
Al otro lado del charco tampoco se libraban, aunque optaron por sus particulares soluciones.
Dientes de cuarzo cultura Moche de Perú. 300 a.C.
Aunque los árabes hicieron progresos en este campo, especialmente en instrumental, el asunto de los dientes no mejoró en demasía y durante siglos continuó siendo causa de numerosos quebrantos.
Un dentista-barbero extrae una muela mientras la “enfermera” extrae los dineros del cliente. Lucas Van Laiden (1523)
Llaves para extracción del siglo XVII. Se enganchan en la muela y se gira… Ouch!
Curiosa talla en marfil de 1780 que representa una muela con demonios en su interior. La caries
No será hasta el siglo XIX que el asunto comienza a mejorar algo, por lo menos en lo que la comodidad del paciente se refiere. Esta consulta es de 1870 y a pesar del evidente avance, aún provoca cierto desasosiego ver algunos de los instrumentos, como el torno a pedal o esa extraña y amenazadora pistola que cuelga en la pared.
¡Si hasta las primeras anestesias tenían pinta de hacer daño….!
Inyector a presión de cocaína. (S.XIX)
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